Estudió medicina después de haberse licenciado en farmacia. Por sus intereses en hematología, en los años setenta, entró como alumna en la escuela Farreras Valentí del Hospital Clínic de Barcelona para cursar la especialidad y profundizar en una rama que le apasionaba. Con sus conocimientos y desde su sitio como farmacéutica, hizo lo que más deseaba, ayudar a las personas en sus enfermedades y explicarles sencillamente el significado de sus patologías y tratamientos.
Amaba profundamente a su familia y supo compaginar su vocación con sus seres queridos. Ejerció hasta los 80 años y ha traspasado en paz a los 90 años.
Descanse en paz.
Su amada amiga y compañera,
Rosa Maria Brugues Riera